El FC Porto ha perdido este miércoles ante el Liverpool, por 2-0, en la quinta jornada del Grupo B de la Liga de Campeones. A la entrada para la sexta y última ronda, los Dragones son segundos clasificados, con cinco puntos, uno más que el Milan y el Atlético de Madrid. FC Porto-Atlético de Madrid y Milan-Liverpool son los últimos partidos de la fase de grupos.

El FC Porto ha subido al césped de Anfield con carácter y ya a los ocho minutos ha tenido la oportunidad de adelantarse en el marcador: Otávio ha recuperado el balón en el ataque y ha centrado para Mehdi Taremi en un jugada que ha estado a punto de originar un gol en propia meta de Joël Matip. La gran entrada de los Dragones se vería reflejada poco después con una carrera de Luis Díaz que no se ha concretizado en gol de Otávio porque el centrocampista luso brasileiro, desde una posición privilegiada, ha disparado al lateral de la portería (12m). El Liverpool ha tenido muchas dificultades para contrarrestar la organización defensiva del FC Porto, pero en una de las  veces en las que ha conseguido desmontarla, han marcado gol por medio de Sadio Mané (37m).

Después de analizar la jugada, el VAR ha visto que el delantero senegalés se encontraba en fuera de juego y el marcador ha vuelto al empate. Mehdi Taremi ha podido alterar ese resultado antes del descanso. Tras un pase de Otávio, el internacional iraní ha optado por un pase atrasado, en lugar de disparar cara a cara con Alisson, permitiendo un despeje de la defensa inglesa (42m). Al igual que en la primera parte, en la segunda parte también le ha pertenecido al FC Porto la primera gran oportunidad para marcar: tras un tiro libre ejecutado por Sérgio Oliveira, el balón ha ido a parar a los pies de Matheus Uribe y el centrocampista colombiano ha rematado, quedándose pocos centímetros de derrotar a Alisson (49m). No ha  marcado el FC Porto, lo ha hecho el Liverpool.

En menos de 20 minutos, dos grandes goles de Thiago Alcântara (52m) y de Mohamed Salah (72m) han complicado todavía más la tarea portista. Los Dragones se merecían mucho más que una derrota por 2-0 en Anfield, dadas las muchas ocasiones creadas en una gran actuación, empañada por la genialidad de Thiago Alcântara y de Mohamed Salah.