El duelo entre el FC Porto y el Arouca, de la cuarta jornada de la Liga, terminó en empate (1-1) y envuelto de polémica. La insatisfacción desde el lado portista era evidente y estaba justificada por Vítor Bruno, que destacaba que “el partido se había parado demasiadas veces” y que el árbitro había sido “demasiado permisivo”. Según la opinión del técnico azul y blanco, “lo que ha ocurrido al final es lo que viene ocurriendo últimamente en el fútbol en Portugal”: “Ya ha habido varios casos en los que se alteraran decisiones que se ven en el campo, a 10 o 15 metros, por teléfono, que no me parece que sea el camino, independientemente de que se hayan juzgado bien o mal. Si queremos dar credibilidad a nuestro fútbol, este no es el camino”.

El entrenador se mostraba desilusionado también con la actuación del equipo portista, que había tenido “dificultades en entender cómo llegar a la portería rival” en la primera parte frente al cambio táctico del Arouca y explicó que “el partido sin balón, cuando el equipo tenía el balón, había sido demasiado corto”: “ Hemos jugado mucho desde atrás, no hemos atacado espacios, no hemos intentado romper la organización defensiva del Arouca. Ellos se han sentido cómodos jugando arriba”.

“Los momentos finales son la imagen del equipo: la determinación, la lucha, la abnegación, el creer siempre”, destacó Vítor Bruno, que afirmó, además, que la jugada del penalti había acabado “afectando al equipo”, que “siempre” había intentado conseguir la victoria.

Vítor Bruno
“Algo está fallando, sino no tendríamos el abordaje que hemos tenido en la primera parte. El rival ha vuelto a alterar el diseño táctico que ha utilizado, ha optado por vestir una piel diferente y, en la primera parte, hemos tenido dificultades en entender cómo llegar a la portería rival. Solemos decir que el juego sin balón tiene una enorme correlación con el resultado final y hoy el juego sin balón, cuando el equipo tenía balón, ha sido demasiado corto. Hemos jugado desde atrás, no hemos atacado espacios, no hemos intentado romper la organización defensiva del Arouca. Ellos se han sentido cómodos jugando arriba. En la primera parte ha habido una u otra jugada que me parece dudosa – me refiero claramente a una jugada sobre Wendell que merecía haber tenido intervención del videoárbitro y no la ha habido –, y en la segunda parte hemos intentado asaltar el mediocampo del Arouca, lo hemos hecho y hemos conseguido crear jugadas de peligro. El Arouca, en una rara incursión a nuestra portería, marca el gol. Los momentos finales son la imagen del equipo: la determinación, la lucha, la abnegación, el creer siempre. Ha habido un jugada de penalti para empatar el partido, ha acabado afectando al equipo, pero no nos hemos rendido y ha acabado siendo un resultado que es lo que es. Me parece que el partido se ha parado demasiadas veces. Si queremos promover nuestro fútbol, no es de esta forma. El árbitro ha sido algo permisivo. No quiero estar aquí huyendo de la verdad o decir medias verdades, porque hoy en día vivimos en una sociedad demasiado frágil para poder decir lo que sentimos o pensamos bajo pena de ser castigados. No quiero faltarte el respeto a nadie, pero pienso que lo que ha sucedido al final ha sido una imagen de lo que ha sido el fútbol últimamente en Portugal. “Ya ha habido varios casos esta época en la que se han alterado decisiones que se ven en el campo, a 10 o 15 metros, por teléfono, que no me parece que sea el camino, independientemente de que se hayan juzgado bien o mal. Si queremos dar credibilidad a nuestro fútbol, este no es el camino. Tenemos 10 puntos y queríamos tener 12. No todo estaba mal, ni todo está bien, hay pasos que dar y jugadores que han llegado y que tienen que ambientarse y darse cuenta de que el FC Porto es un club con una gran exigencia y con un ADN unido permanentemente a conquistas, victorias y títulos. Estaremos aquí, dando la cara, como siempre, porque eso es parte de lo que somos como equipo.”