Más de 100 minutos de dominio evidente en el Bessa apenas dieron lugar a un punto para el FC Porto (1-1). En la jornada 16 de la Liga, los azules y blancos marcaron primero, por mediación de Toni Martínez, sufrieron un gol poco después y cercaron la portería de João Gonçalves hasta el final, pero el balón no volvió a entrar en la portería rival. Los Dragones se mantienen en el tercer puesto de la tabla de clasificación, ahora con 35 puntos.

Pepe, Marko Grujić y Evanilson fueron las novedades en el once del FC Porto, que subió al césped del Estadio do Bessa con un 12.º jugador muy presente. Con el sector visitante pintado de azul y blanco y apoyando de forma vibrante al equipo, se vivió un primer cuarto de hora de sentido único, jugado apenas en el mediocampo del Boavista.

Consecuencia de ese evidente dominio, surgió la primera oportunidad de gol. André Franco transformó un saque de esquina por la derecha y, en el segundo palo, Toni Martínez vio como el portero rival le impedía el gol. Sin embargo, el español inauguró el marcador del derbi a los 23 minutos. Eustáquio pasó el esférico para Pepê, que centró raso para Evanilson. Entre dos defensas y en el suelo, el brasileño consiguió, aun así, pasárselo al número 29, que solo tuvo que empujarlo para romper un ayuno que ya duraba cuatro meses.

Cinco minutos después, en la primera aproximación al área de los portistas, el Boavista empató. Tiago Morais aprovechó un libre en zona central para centrar para Bruno Lourenço, que consiguió desarmar a Diogo Costa (1-1, 28m). A los 37, el portero internacional portugués desvió para córner un remate potente de Bozenik y, a continuación, Manuel Oliveira no vio y Rui Costa no avisó al árbitro principal para ver en el monitor un empujón de Abascal dentro del área a Eustáquio, que se cayó y no pudo disputar la jugada.

También en el área, Evanilson sufrió un pisotón de Sebastian Pérez a los 43 minutos, quejándose de inmediato, pero el equipo de arbitraje no señaló nada. Al descanso, se registraba un empate a uno que beneficiaba al rival.

Sérgio Conceição dio instrucciones para que Galeno calentase durante el descanso y lo sacó al campo, tal como a Francisco Conceição, que salió a la hora de partido, cinco minutos después de que João Mário hubiese tirado por encima del larguero en una jugada idéntico a la del gol marcado en la jornada anterior. Eustáquio cedió su lugar a Nico González a los 68 minutos, que a los 71 apuntó al ángulo superior más distante y erró por escasos centímetros.

A la entrada de los últimos diez minutos y con el marcador en empate, Conceição sacó a Namaso y a Iván Jaime, quitó a João Mário y a Grujić y envió a Pepê para el lateral derecho para dar una dimensión todavía más ofensiva al equipo. Poco más se jugó hasta los 90, fruto de la intervención médica prestada a Berna y de la expulsión de Ibrahima, por lo que la placa levantada por el cuarto árbitro señaló once minutos de compensación.

La gran oportunidad del tiempo de compensación fue de Namaso al séptimo minuto. A la entrada del área, el número 19 intentó colocar el balón junto al poste más distante, pero al igual que Nico, falló por pocos centímetros. Hasta el pitido final, se mantuvo el empate (1-1).