Tras la derrota que sentenciaba la eliminación de la Copa de Portugal (2-1), Vítor Bruno admitió que el equipo se había sentido “intranquilo” tras una “jugada algo dudosa” que había dado lugar al segundo gol del Moreirense y “no había sido capaz de darle la vuelta”.

“No huyo de las responsabilidades, encaro a las personas de frente (…) estoy aquí, doy la cara”, destacó un entrenador solidario con “la angustia de quien lo intenta, de quien es profesional y serio”, consciente de que es necesaria “una respuesta fuerte” ante el Anderlecht y de que “cuando no se gana en el FC Porto, es natural que la responsabilidad recaiga en el entrenador”.

Las incidencias del partido
“Hemos controlado toda la primera parte, nos hemos puesto en ventaja y el Moreirense ha marcado el gol del empate en la única ocasión que ha tenido. En la segunda parte, no hemos conseguido ponernos por delante en el marcador y el Moreirense ha marcado en un jugada algo dudosa. El equipo, después, se ha sentido intranquilo y no ha sido capaz de darle la vuelta.”

El lado emocional del fútbol
“Los jugadores no son inmunes al momento actual del equipo, el hecho de venir de dos derrotas, condiciona. Queremos jugar con el corazón. Las decisiones no siempre han sido las mejores, fruto de alguna inquietud que se vive en el equipo.”

La respuesta en Bruselas
“En este momento nos incumbe a nosotros. No huyo de las responsabilidades, encaro a las personas de frente. Las cosas no están bien, pero lo estarán. Este objetivo ha caído, el jueves tenemos otro y tenemos que dar una respuesta fuerte.”

La desilusión de los jugadores
“Entiendo la angustia de quien lo intenta, de quien es profesional y serio. Ellos no son los responsables, el responsable soy yo. Tenemos que hacer un ejercicio crítico y darnos cuenta dónde tenemos que crecer y mejorar. Esta es una casa muy exigente.”

Sentido de responsabilidad
“Cuando no se gana en el FC Porto, es natural que la responsabilidad recaiga en el entrenador. Pero estoy aquí, doy la cara.”