Vítor Bruno, que celebraba su 42 cumpleaños, comenzaba el discurso señalando que “Todo lo que respecta a mí es lo menos importante”. Estoy muy “feliz” y  “orgulloso” de los jugadores, que “han trabajado mucho y han creído en lo que se ha construido”. El entrenador considera que el equipo podía “haber ido para el descanso ganando” y que la victoria había sido “inequívoca y justa, con la portería intacta. Ha sido una victoria merecida”.

“Independientemente de lo que viene de fuera, los jugadores no se han desviado de lo que se había trabajado”, afirmó que estaba “muy feliz” antes de ser claro sobre la estrategia para el futuro: “Mientras yo esté aquí, va a ser así, invirtiendo en nuestras ideas. No va a ser siempre perfecto, porque es una idea nueva, es una idea que implica momentos de riesgo, pero el equipo siempre ha creído y eso me pone contento”.

Este triunfo, que da tres puntos, “no simboliza más que eso”. El técnico apuntó ya al Famalicão, “un rival difícil” que va a exigir “trabajo” y la filosofía habitual: “estar cerca de la perfección”.

El mérito de los jugadores
“Todo lo que respecta a mí es lo menos importante. Quería que los jugadores ganasen, que estuviesen felices. Han trabajado mucho, creen en lo que hemos construido. Ese es el mayor orgullo que tengo. Hemos jugado bien, el equipo ha anulado el momento ofensivo del rival. En la primera parte hemos tenido tres, cuatro, cinco ocasiones para marcar, podíamos haber ido para el descanso ganando. El Casa Pia ha tenido transiciones en las que podía haber marcado. Después, en la segunda parte, hemos seguido controlando el partido con balón, presionando fuerte, recuperando alto en el campo. Eso revela que los jugadores han respetado nuestra organización defensiva. Hemos mantenido el partido controlado. Se trata de una victoria justa, con la portería intacta. Nos la merecemos.”

Creer en la estrategia
“Lo que más contento me pone es saber que ellos creen en la idea que se está transmitiendo, en lo que estamos construyendo. Independientemente de lo que viene de fuera, los jugadores no se desvían de lo que hemos trabajado. Aquí, si alguien estuviese insatisfecho, en este caso el presidente, sí que tiene que decírmelo y yo nunca seré un problema. Si me lo tiene que decir, que me lo diga a mí y yo me aparto, sin problema. Ahora bien, mientras yo esté aquí, vamos  a invertir en nuestras ideas. No va a ser siempre perfecto, porque es una idea nueva, es una idea que implica momentos de riesgo, pero el equipo siempre ha creído. Eso me pone contento. Ellos han llevado al límite las convicciones con las que trabajamos diariamente y ese es el mayor pilar para el éxito.”

De batalla en batalla
“Vamos a seguir haciendo lo que hacemos siempre, que es trabajar. Vamos a pensar ya en el partido de Famalicão, que es un rival difícil. Este está cerrado, son tres puntos, no simboliza más que eso. Ahora hay que pensar ya en el próximo partido.”

El camino a seguir
“La gente pinta el cuadro como quiere. Nosotros somos conscientes de lo que tenemos que hacer, mirando para nosotros mismos, para dentro, dándonos cuenta de cuál es el camino que tenemos que recorrer y sabiendo que nunca seremos perfectos. Buscamos estar cerca de la perfección. En un momento que era difícil, lo que me pone contento es el hecho de que los jugadores nunca se han apartado de lo que se ha definido. De nuestra idea de lo que queremos para el partido. Ahora hay que descansar y mañana pensar en el Famalicão.”