El FC Porto se presentó en la capital sin miedo y derrotó al Sporting, por 2-1, en la cuarta jornada de un campeonato que ya lidera en solitario solo con victorias. Luuk de Jong marcó su primer gol con la camiseta azul y blanca y William Gomes firmó una obra de arte que quedará eternamente en los anales del futbol portugués. Tres puntos separan ahora a los rivales de Oporto (12) y de Lisboa (9).

Debido a las lesiones de Martim Fernandes, Gabri Veiga, Pepê y Samu, que comenzó en el banquillo, Francesco Farioli sacó a Francisco Moura y a Rodrigo Mora en el once titular y diseñó una jugada a balón parado que no acabó en gol solo porque el remate acrobático de Borja Sainz golpeó en el poste a los 13 segundos.

El equipo local respondió a los nueve minutos, con un intento de Luis Suárez, que fue presionado por Nehuén Pérez, y a partir de los 20 minutos se vivieron momentos de peligro junto a las dos porterías: primero, William Gomes dejó a Luuk de Jong frente a la portería y el internacional neerlandés tiró al cuerpo de Rui Silva; después, tras una nueva recuperación en el último tercio, Hjulmand desvió para córner un disparo frontal del compatriota Victor Froholdt; por último, para frenar un contragolpe de los lisboetas en superioridad numérica, Alberto Costa corrió de un área a la otra y le negó el gol a Pote.

Froholdt volvió a crear peligro antes del descanso tras un saque de esquina que terminó en un remate al lateral de las redes. A continuación, Mora regateó a la defensa local y tiró con el pie izquierdo ligeramente por encima. Pablo Rosario se estrenó en el FC Porto al inicio de la segunda parte, cuando entró junto con Zaidu para sustituir a Mora y a Moura, y poco después se escuchó el acento del Norte.

Zaidu, Bednarek y Nehuén construyeron la jugada, el nigeriano quebró la presión leonina con un pase para Varela, el argentino pasó el esférico a Alberto Costa, el portugués jugó con William, centró para el segundo poste y Luuk de Jong solo tuvo que empujar el balón, llevando a miles de portistas al delirio (0-1). Pero lo mejor todavía estaba por llegar...

Insatisfechos por ir ganando por un gol, los Dragones atacaron sin piedad. William Gomes, el mayor de los insatisfechos, marcó un golazo digno de ser visto y revisto: un fantástico disparo con efecto que coló por la escuadra e hizo temblar a la capital (0-2).

El Sporting solo consiguió reducir la desventaja a la entrada para el último cuarto de hora debido a un error de la defensa portista que culminó en un gol en propia meta de Nehuén Pérez. Mientras tanto, Deniz Gül ya había sustituido a William Gomes, igual que Dominik Prpic con Borja Sainz y Samu con Luuk de Jong. Diogo Costa destacó a los 86 minutos y el pitido final de João Gonçalves sonó para señalar un triunfo totalmente merecido del mejor equipo dentro del campo.