El FC Porto no pudo pasar del empate a cero frente al Benfica en la octava jornada de un campeonato que sigue liderando en solitario con tres puntos de ventaja sobre el Sporting (19), que también empató en casa contra el SC Braga (1-1). Superiores al rival de la Luz durante los 90 minutos, los portistas estuvieron a punto de sentenciar el clásico en el tiempo añadido, pero el larguero impidió el gol de Rodrigo Mora y salvó a los lisboetas de la derrota.

Francesco Farioli realizó nueve cambios respecto al once europeo y la primera parte fue de sentido único. Atacando hacia el Norte, los Dragones mantuvieron la posesión de balón el 61% del tiempo útil, hicieron cuatro veces más tiros, más saques de esquina y solo tuvieron una nota negativa en cuanto al capítulo de las faltas, ya que cometieron el doble que sus oponentes, a los que solo se les pitó tres faltas.

Gabri Veiga estuvo a punto de abrir el marcador con un taconazo a los 20 minutos, los lisboetas remataron una única vez a balón parado a los 33 minutos y, a continuación, Pepê tuvo la mejor ocasión de marcar de la primera parte - cuando Samu condujo el balón, trabajó y asistió, pero el internacional brasileño disparó por encima con la izquierda. Justo antes del descanso, tras una combinación entre él mismo, Borja Sainz y Francisco Moura, Gabri Veiga remató al cuerpo de Trubin y el empate se mantuvo hasta el descanso.

La segunda parte comenzó como había acabado la primera, con Gabri Veiga creando peligro y Trubin manteniendo la portería cerrada. Después de que Pablo Rosario y William Gomes sustituyeran al centrocampista gallego y a Pepê, los visitantes dispusieron de la única situación de verdadero peligro durante todo el encuentro, un desvío de Kiwior para su propia portería que el larguero se encargó de frenar, y un disparo con efecto de William rozó el palo antes de que Deniz Gül sustituyese a Samu.

A los 92 minutos, Rodrigo Mora, que acabada de entrar para el lugar de Alan Varela, se quedó a escasos centímetros de abrir el marcador, pero el remate del prodigio de 18 años golpeó en el poste, lo cual salvó al Benfica y le robó los primeros puntos de la temporada al FC Porto.